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(3/20) University 101

El pasaje ritual y sus protocolos

La primera semana de clase en los Andes fue especialmente complicada, pero no quiero dejar de escribir. Voy una semana atrás, pero pronto haré una entrega fuera de cronograma para ponerme al día. También invito, desde ya, a que escriban en los comentarios ideas de temas que creen que un profesor de los Andes debería abordar, no sé si todos los temas sean de mi competencia o interés, pero tal vez algunos funcionen bien y sería bueno que la cosa fuera ligeramente más interactiva.

Por si acaso, dejo la colección de entradas anteriores:

(1/20) El post de apertura: por qué escribir aquí | Los Estudiantes

(2/20) "¿ESO para qué ME sirve?" y la necesidad de mentir | Los Estudiantes


Ahora sí, lo nuevo:

Una de las cosas que más insisto a mis estudiantes es el aprender a convivir en una comunidad como la universitaria. Es un asunto complicado, porque las universidades se presentan al exterior como instituciones modernas y cambiantes, pero en su interior son tan estáticas y ritualizadas como la iglesia católica, con lo que las personas al ingresar tienen una noción de cómo es la vida en la universidad que dista bastante de la real (aquí aclaro, la vida en la universidad y la vida del universitario son cosas diferentes, no estoy hablando de su socialización en espacios externos).

Empecemos por lo básico: la universidad empezó, al menos en el mundo occidental, como una institución altamente dependiente de la iglesia. Incluso en los lugares en los que las universidades se consideraron totalmente civiles y lejanas a lo eclesiástico, dependían de los textos que los clérigos se dedicaban a transcribir, porque en el inicio de la historia de las universidades la palabra escrita era escasa y los grandes textos eran conservados principalmente por la iglesia y reproducidos por sus miembros. En muchos casos, sin embargo, la universidad no era tan civil, era poco más que un monasterio sin la obligación de ordenarse en el clero. De esos tiempos a estos hemos cambiado, sí, pero menos de lo que se creería.

En Colombia, por ejemplo, son numerosas las universidades que están controladas por entes religiosos (en Bogotá, para no ir más lejos, la Javeriana) y las que son de declarada vocación religiosa aunque sus directivas sean civiles (Sabana y Rosario para mencionar solo un par en Bogotá). Pero incluso las que son declaradamente civiles (Nacional, Externado, Andes...) tienen estructuras de gobierno muy similares, tendencias rituales parecidas, hasta el vocabulario es parecido: Rector es una palabra de uso común en las universidades, tanto como lo es en el clero; Profesor viene de "el que profesa", donde el profesar hoy en día se entiende relacionado a una fe aunque en este caso se refiera a un conocimiento o un dominio de un tema (o una fe en el conocimiento y la ciencia, para ser más adecuados con el rol subjetivo de la enseñanza).

Hablo de todo esto porque la ritualidad de la universidad tiene un origen claro, un espejo en el cual observarse.

Pero además, la ritualidad de la universidad cumple un segundo propósito, este externo, en contraste con el propósito interno de servir a la estructura de la organización. En el segundo propósito, la universidad sirve como ritual de paso para el estudiante de lo familiar y escolar a lo laboral, considerando que en lo laboral es usualmente pertinente la formalidad y un cierto nivel de protocolo, que se relajan con el tiempo y la experiencia pero que, en general, deben seguirse con rigidez al iniciar en cada organización.

En este sentido la ritualidad de las universidades pretende servir al estudiante como laboratorio experimental de aquellas cosas a las que va a tener que acostumbrarse/someterse en lo laboral, de forma que la preparación académica sea también un medio para llegar al fin de la preparación laboral, muchas veces más importante; todos sabemos de empresas que pagan cursos de capacitación a sus empleados en nuevas tecnologías, en normas pertinentes al entorno de la empresa, y en general a formación propia de la ocupación, pero muy pocas empresas van a formar a sus empleados en cómo escribir un correo electrónico y las diferencias entre escribir a un superior o a un subordinado, eso debería venir de la formación previa.

Así, una de las responsabilidades de los profesores es mostrar, por activa y por pasiva, esa ritualidad a los estudiantes, responsabilidad que algunos nos tomamos más personal que otros, con el riesgo de parecer los más intransigentes o abiertamente insoportables. Y bueno, vengo aquí a dejarles una lista con algunas de las cosas básicas de "Introducción a la universidad" (los gringos llaman a los cursos introductorios los 101, por eso el título de este escrito es "University 101"), de esa ritualidad de la vida universitaria, que pueden ser muy útiles para navegar la universidad en forma más eficiente.

  • Lea, de verdad. Tome en cuenta que, en el mundo post-imprenta, la forma de protocolizar un conocimiento es llevarlo a forma escrita y que se considera así porque se puede leer en cualquier momento; súmele a eso que para muchos efectos de protocolo, el profesor funciona como lo más cercano a su jefe y el programa del curso lo más cercano a su contrato. En ese sentido, su jefe le provee conocimiento a través de unos insumos (lecturas, bibliografía, recursos adicionales), unas reuniones de trabajo (clases), un cronograma de entregables (parciales, ensayos, etc.) y una fórmula de cálculo de su remuneración final (calificación), todo detallado en ese "contrato".
    El protocolo dicta, entonces, que usted lea su contrato antes de preguntar por las cosas que seguramente están detalladas ahí, así como que lea los insumos que su jefe le ofrece para la adecuada realización de su trabajo antes de las reuniones. Así, por puro protocolo, lea; mínimo, lea el programa; ojalá, lea además lo asignado en ese programa y en la plataforma virtual de uso. Para que vea qué tan importante es para los profesores que haga esa parte de su trabajo, que lea, le dejo una visualización de una de mis páginas de humor académico favoritas, PHD Comics: It's in the syllabus.

  • Cuide sus comunicaciones. Especialmente en el mundo virtualizado de la pandemia, las comunicaciones entre profesor y estudiantes por correo electrónico son predominantes, con ellas la eliminación del lenguaje no-verbal asociado a las comunicaciones orales. Cuando usted escribe un correo a su profesor, lo que el profesor observa típicamente es una comunicación de una de las 100+ personas que no conocía hace un par de semanas y que repentinamente están a su cargo; usted va a tener en su vida universitaria menos profesores que los estudiantes que cada profesor tiene -en promedio- en un semestre. Entonces, cuidar sus correos puede hacer la diferencia para el profesor y con ello, además de entrar en el protocolo de esas comunicaciones, que muy seguramente necesitará en su vida laboral, también puede aumentar la posibilidad de una respuesta positiva por parte de su profesor a lo que le esté solicitando.
    Cosas básicas para cuidar: escriba desde su cuenta institucional, así el profesor tiene su nombre completo y tanto usted como su profesor tienen garantía de que los mensajes no van a caer en carpetas de correo no deseado; salude, puede ser la línea más rápida de todo su correo pero establece el inicio de una comunicación que no será recibida como un requerimiento agresivo; identifíquese adecuadamente, que no quiere decir que escriba su código o que mande foto, pero sí que diga en cuál de los cursos del profesor está inscrito; establezca claramente lo que espera como consecuencia de su correo, para los profesores es poco apreciado tener que leer su mensaje tres veces y hacer muchas inferencias para determinar qué es lo que deben responder, porque además pequeños cambios en redacción o en términos pueden generar grandes cambios en interpretación y los profesores no quieren caer en ese problema; muestre que intentó obtener la información de las fuentes esperadas, pocas cosas hablan tan mal de su capacidad para hacer parte de la comunidad universitaria como enviar correos pidiendo información que está en la primera página del programa del curso.
    Cosas así son esenciales, para una guía, con algunos puntos mejor desarrollados, sobre cómo escribir correos que respondan al protocolo de comunicaciones esperado en una universidad puede ver esta entrada de mi blog personal: Re: Su reciente correo a su profesor (svbtle.com).

  • Entienda su posición si quiere mejorarla. Parte del protocolo silencioso de las negociaciones incluye que usted no puede entrar a negociar sin saber cuál es su posición y cómo se entiende desde la posición de la contraparte. En ese sentido, cuando quiera presentar una solicitud y como parte de ello quiera que su profesor tenga una actitud receptiva muy en la forma esperable de conducir una negociación, no declare como sus grandes atributos las cosas que su profesor y la universidad esperan que usted haga, para este nivel usted ya es una persona adulta y no hay razones para premiarle cumplir sus compromisos (viene a mi mente la escena de "The Devil Wears Prada / El diablo viste a la moda" en la que Stanley Tucci -Nigel- le pregunta a Anne Hathaway -Andrea- si está esperando que le pongan una estrella dorada en la frente por hacer su trabajo).
    Cosas como asistir a clase, participar, entregar todas sus tareas y exámenes, son esperadas, son parte de lo que usted se compromete a hacer cuando se matricula en la universidad y se reafirma cuando inscribe su horario; en ese sentido, busque sus méritos en otros aspectos de su trabajo para el curso, tomando en cuenta que si son difíciles de identificar es justamente porque son méritos y no actos estándar. Así, como parte del protocolo de negociación, determine qué es lo que está ofreciendo cuando pida algo.

  • Respete los conductos regulares. Esta puede ser la mayor muestra de protocolo en la universidad, la existencia de conductos regulares para casi todo y, como en buena estructura rígida, lo mejor que usted puede hacer es conocerlos y seguirlos. Es posible que a usted estos protocolos le parezcan demasiado demorados, incómodos, o simplemente sin sentido, no se lo voy a discutir; sin embargo, en casi todas las universidades los miembros de la comunidad estarán más que dispuestos a indicarle el conducto regular correspondiente y también a recordarle, sin ningún tipo de mala intención, que si usted se salta el conducto regular muy posiblemente sus solicitudes sean ignoradas o en el mejor de los casos reconducidas hacia el punto inicial del protocolo.
    De mi experiencia personal le puedo decir que muchos estudiantes "amenazan" con pedir segundo calificador en las evaluaciones como forma de presión para que los profesores cambiemos una calificación, así como que muchos de los que intentan concretar esa amenaza ven su solicitud rechazada y pierden una gran herramienta cuando realmente se pueda necesitar; para nosotros los profesores no hay cosa más sencilla y cómoda que indicar cuáles son los procesos estándar para hacer un reclamo y los requisitos que se deben cumplir para llegar a un segundo calificador, porque además ese segundo calificador no representa ninguna amenaza -no, no nos 'regañan' si el segundo calificador pide cambiar el resultado inicial-y es incluso parte de nuestra misión apoyar su búsqueda de segunda instancia si decide tomarla.

Estas son solo algunas de las cosas que se pueden considerar protocolos o rituales y que hacen parte de ese gran ritual que es la Educación Superior. Hay muchas más, algunas surgen de la interacción entre estudiantes, otras de la interacción con miembros del personal administrativo, incluso algunas como parte de la adaptación tecnológica a nuevas plataformas. Lo más importante es abrirse a entender y utilizar esos protocolos cuando sea necesario, con la capacidad crítica de discutirlos sin negar su -posible- utilidad.

Yo, como cosa personal, valoro más la comprensión de mis estudiantes de estos y otros protocolos, de los rituales del curso y de la universidad, que la memorización de algunas fórmulas y resultados. Sí, tengo que evaluarles cosas que luego me parecen poco relevantes, como dije en la entrada anterior, pero considero que mi trabajo tiene mucho más éxito si un estudiante memoriza lo necesario para sobrevivir a los exámenes pero aprende mucho más que eso, tanto del área y el contenido de que le hablo como de los detalles de vida en comunidad que son seriamente necesarios para tener entre todos una mejor convivencia en la institución.

Gracias por leerme, espero que esta entrada haya sido útil o al menos entretenida. Además, si usted ya lleva unos cuantos días en la universidad, llámense meses o semestres, espero que haya podido identificar las situaciones en las que se ha encontrado con estos protocolos, o aquellas en las que haberlos tenido en mente le habría facilitado la vida.

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