Todos lo odian, a mí me gustaba su clase. No deja que uno participe mucho por lo que toca tomarse la palabra para hablar en clase. No es exigente por lo que a veces su clase se hace más aburrida de lo que es (aparte de su tono de voz y una kinesia más bien triste) porque nadie lee. Sus reflexiones en clase me gustaban, los textos me gustaron.