Vea, le voy a ser totalmente honesto. Tomar una clase con el Linares puede ser una experiencia bastante intrigante y a la vez frustrante. A estas alturas, se ha consolidado una fama de ser exigente y cuya metodología deja mucho que desear, y no me atrevería a negar estas afirmaciones. No obstante, este escenario no es necesariamente un callejón sin...
Pros:
— Aprendes, y mucho.
— No me pregunten como, pero puedes llegar a desarrollar un síndrome de Estocolmo con él y llegar a quererlo.
— Si te ganas la confianza y el cariño del profesor, puede llegar a convertirse en tu amigo.
— Sabe que la materia es pesada y lo admite, eso te brinda algo de felicidad.
— Dicen las malas lenguas que da la nota del tercer parcial, así que te salvas de tener que presentar ese telegrama.
Cons:
— Aprendes, pero a qué costo :(
— Es grosero, muuuy grosero.
— Te hace sentir como un estúpido constantemente
— No explica absolutamente nada de las clases pasadas.
— Los ejércitos sugeridos son MUCHOS y si no los haces, dile adiós a una buena nota.
Nivel de dificultad (5/5): Si hubiese un infinito, este seguiría quedando pequeño.