Llevo un buen tiempo sin escribir en mi blog (aunque siempre escribo en mi cuaderno). Esta mañana me llegó un mensaje con este link (https://losestudiantes.com/estudiantes/fabio/entradas/la-nina-del-blog), y al leerlo no pude evitar sonerir. Es bonito ver cómo, simplemente mostrandome como ser humano, imperfecto, pude aportar. Palabras como las de tu nuevo blog me recuerdan eso que tanto me gustaba de ti. 

Al volver a entrar a mi blog decidí leer un poco lo que había: con algunas cosas me reí, también se me aguaron los ojos, sentí que sigo sumergida en mismos dilemas de hace años, pero hay otros que he sobrepasado. Escribir es mi herramienta para desahogarme. Pero hoy quiero hacer algo diferente: voy a dejar las dificultades de este año para otra entrada, y voy a dedicar un espacio a agradecer: momentos, sonrisas, lagrimas, personas, cielos azules, lluvia, perros, canciones, baile, conversaciones largas en las que la noción del tiempo desaparece. Nuevos proyectos, logros, aprendizaje, camino, fuerza. Familia. 

Si entro en detalle de todo lo mencionado nunca acabo. Pero sin duda, lo más lindo de este año ha sido realmente comprender qué es eso de disfrutar el camino. Disfrutarlo es muy fácil cuando las cosas están tranquilas, pero el real aprendizaje viene cuando ocurren cosas a mi alrededor, que no controlo, y aún así logro aprender de ellas y crecer. Y nunca olvidar esos pequeños momentos en donde aunque no comprenda cuál es el sentido de la vida, siento que mi vida tiene sentido.